Del 23 de noviembre de 2024 al 25 de enero de 2025
Galería Elba Benítez
U Said ‘Stay’, So I Stayed
En ciertos sectores de la interpretación del arte, ocasionalmente surge el uso de una terminología antropomórfica no literal que, en lugar de referirse a una cualidad de semejanza en las formas que recuerdan a cuerpos o partes del cuerpo humano, se acerca más bien a una especie de animismo de aquello que reside incorpóreamente en el efecto transmitido por la presencia de una obra de arte dada: cómo la obra silenciosamente podría transmitir una distancia escalofriante o una cercanía excesiva en una habitación; cómo podría imperiosamente exigir o negar atención; cómo podría, de manera alternada o simultánea, confrontar, rehuir o seducir al espectador. Dejando a un lado las convenciones de la historia del arte, es de hecho un ejercicio fascinante pensar en las obras de arte como seres espirituales; no porque tengan la apariencia de personas, sino por cómo su aspecto evoca su ánima, su espíritu, y cómo eso, a su vez, provoca en ti (inequívocamente humana) una reacción o sensación. Esto también ofrece un enfoque acertado para las obras de Lucía C. Pino en la exposición U Said ‘Stay’, So I Stayed, en la Galería Elba Benítez.
En general, la obra de C. Pino tiene sus raíces en el cuerpo humano, comenzando por el “yo” del propio cuerpo de le artista (en sus palabras, la “primera herramienta”); lo cual se manifiesta en la escala humana, el trabajo manual y la poética circular de la estética de las obras, así como en la cualidad performativa de estos ensamblajes que revelan las señales de su propio proceso de montaje. En U Said ‘Stay’, So I Stayed, el uso del cuerpo por parte de C. Pino se entreteje con la elección y el uso evocador de materiales y un interés por su agencia —la pausa en su viscosidad, la promesa/no promesa de sus pliegues, la gravedad de su peso, la solidez de su equilibrio, la autonomía de la otredad—, para orquestarlo todo en obras e instalaciones asociativas. Surge una especie de dinámica de grupo, un llamado y respuesta, un contrapunto de causa-efecto entre el “yo” interno y el “tú” externo.
Como resultado, un tipo distinto de antropomorfismo impregna U Said ‘Stay’, So I Stayed, una cualidad humana de lo humano que no surge de la forma ni de nociones de poder antropocéntrico (con las que no guarda relación alguna), sino de una fluidez escurridiza de la esencia: apertura, cautela, rareza, orgullo, placer y, sobre todo, deseo. Este es el deseo de la fuerza creativa, el impulso necesario para cualquier acto de creación sea artístico o no. Es el deseo que no solo nace de la esperanza humana y es inseparable de ella; es el deseo que es esperanza. Y la esperanza humana es la cualidad más antropomórfica de todas, aquello que más que cualquier otra cosa, nos hace los seres humanos que somos, nos guste o no. Solo los humanos tenemos esperanza pues solo nosotros la necesitamos. Y la necesitamos.
Texto de George Stolz