logo Concreta

Suscríbete a nuestra newsletter para estar al tanto de todo lo bueno que sucede en el mundo de Concreta

CARPETA
Naturaleza muerta, Daniela Ortiz

 
(Cusco, 1985) Vive y trabaja en Barcelona. Su trabajo genera narraciones…

CARPETA

La relación de occidente, de Europa, de la blanquitud con la naturaleza es de explotación, una relación colonial de uso y desecho, desde hace 500 años la naturaleza es vista únicamente como un recurso de donde extraer materias primas.

Europa decide dar un paso más allá en este vínculo de abuso. La Comisión Europea, los Estados Miembro, la agencia de control migratorio FRONTEX, la industria de los derechos humanos y los cuerpos policiales, vienen usando de manera sistemática y calculada la naturaleza como arma para dar muerte a la población migrante desde hace más de 30 años, vienen calculando cerrar rutas en zonas específicas del río Evros, en la frontera de Grecia con Turquía, y así, dejando las más peligrosas abiertas para que sea el río quien asesine a lxs compañerxs migrantes.

Vienen usando el Mediterráneo como arma letal y como fosa común, ese mar es usado para asesinar y desaparecer tal como el frío ha sido usado en Lesbos para torturar y matar a las personas migrantes que están ahí detenidas.

Es así como FRONTEX en sus documentos de «análisis de riesgo» contempla de forma sistemática el clima de los meses siguientes para establecer operativos de control en zonas de frontera tales como el mar Mediterráneo. La naturaleza está calculada, hace unos años escuché a David Cameron cuando hablaba sobre los migrantes en Calais, decía literalmente «Inglaterra tiene la suerte de estar rodeada de agua, eso ayuda a controlar la migración», lo decía porque sabe perfectamente que la gente muere en esas aguas, porque sabe que las autoridades vienen utilizando esas aguas como herramienta de control.

Esa propia naturaleza que es retratada de forma pasiva e idealizada, en las imágenes se retrata una naturaleza muerta, una naturaleza a ser contemplada y consumida, una naturaleza representada desde el paternalismo colonial, para luego dar paso a la criminalización de esta misma.

Los medios de comunicación racistas completan la perversa operación, culpando a la naturaleza de esta violencia, diciendo que es el Mediterráneo el que mata, que es el mar quien hace desaparecer, que es el frío el que tortura, que es el río quien da muerte, encubriendo así la culpabilidad del sistema de control migratorio europeo, del racismo colonial y sus responsables políticos, quienes vienen instrumentalizando de esta manera la naturaleza.

Relacionados